
Los InStabiles son vinos libres. Ordenados como una serie, numerados correlativamente y con un subtítulo cambiante, renuncian a la continuidad de las añadas y en particular a la de sus orígenes. Son ejercicios basados en el arte del asamblaje, en congeniar los trabajos de bodega más puros, en construir un camino itinerante de vinos en pos de la sutileza y del difícil equilibrio de pequeños pesos, ligeros, ingrávidos, que evocan su nombre y su misma imagen. Artesanía vinícola.






Liberados del vínculo que los asignaría a unos viñedos determinados de forma permanente, los InStabiles varían en cada edición. Reúnen vinificaciones procedentes bien de la Morera, de Torroja, o de las partes altas del Lloar, en Damunt Roca. Se admite integrar en ellas uvas de distinto color o carácter. También es posible la presencia de más de una añada en el asamblaje final de un mismo vino.
Fermentaciones frescas, de las primeras del año. Espontáneas, con levaduras indígenas y en su mayoría iniciadas con racimo entero, con los parámetros llevados casi siempre al límite. Extracción mínima, maloláctica en tiempo breve y crianza sin presencia de madera, con paso – en ocasiones prolongado – por pequeñas ámforas de cemento, cerámica de gres o porcelana, incluso de vidrio.
Los vinos de la serie discurren en torno a conceptos como la sedosidad, la baja densidad, los colores tenues, la ligera oxidación…

VINS NUS PRIORAT